El proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU) logró avanzar la semana pasada en el Congreso, luego de que la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la iniciativa que consiste en entregar un aporte directo de $185 mil para los adultos mayores de 65 años que pertenezcan al 80% más vulnerable de las familias chilenas.
Para quienes se encuentren entre el 81% y 90% de vulnerabilidad, el monto disminuirá progresivamente. Solo se excluirá al 10% de mayores ingresos.
No obstante, la iniciativa que lo acompaña y que asegura su financiamiento mediante la modificación o eliminación de exenciones tributarias permanece en la comisión y se espera que sea votada la próxima semana.
Frente a este escenario, los economistas José de Gregorio, Eduardo Engel, Andrea Repetto y Rodrigo Valdés enviaron una carta al director de El Mercurio titulada «Sin financiamiento la PGU no es solución» en la que criticaron que ambas propuestas (la PGU y su financiamiento), no son iniciativas que se encuentran fusionadas, por lo que no se podrá avanzar en conjunto.
Los expertos explican en la carta que «el Gobierno ingresó al Congreso dos proyectos de ley separados relativos a la Pensión Garantizada Universal (PGU). En uno de ellos propone la creación del beneficio; en el otro, la reducción de algunas exenciones tributarias como parte de su financiamiento. Esta es una estrategia peligrosa, ya que con alta probabilidad se aprobarán solamente los gastos. Es urgente fusionar ambos proyectos».
Las reacciones no tardaron en llegar, el coordinador político del presidente electo, Giorgio Jackson, aseguró este que por ahora no hay opción de que la oposición apruebe el proyecto que aumenta la Pensión Garantizada Universal del Gobierno mientras el Ejecutivo no aclare cómo financiará la iniciativa, además calificó la iniciativa como “fiscalmente muy irresponsable”.